La imagen de Nuestra Señora

LA PRIMITIVA IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE ALHARILLA

Parece que la primitiva imagen de la Virgen de Alharilla no fue la primera a la que rinde culto el pueblo de Porcuna. En 1504 los visitadores ordenan que se realice “una imagen de bulto de Nuestra Señora con el Ihus ricamente pintada e obrada porque no anden poniendo manos en Ntra. Señora ombre e mujeres para la ataviar porque es deshonesta cosa y ansy comprada mandamos que no le vistan ropa alguna”. En la visita de 1535 parece que la talla era una  realidad, conviviendo posiblemente ambas representaciones en el Santuario. “Primeramente una imagen de Nuestra Señora de bulto en su tabernáculo todo dorado.

 Otra imagen antigua de Nuestra Señora, de bulto”. A principios del siglo XVII la nueva talla se redora y se encarga un resplandor de madera, tal y como se indica en las cuentas de 1607: “a Manuel Molina, carpintero, vecino de esta villa, por veinte y dos rayos que hizo cuando se doró la imagen de Nuestra Señora”. 

El siglo XVIII supone el incremento de gran parte de sus enseres cono se observa en fotografías antiguas: ejecución de mantos, cetros, coronas, ráfaga y peana de plata, así como la ejecución de un nuevo niño que responde a los modelos barrocos de la época. 

 La guerra civil (1936-1939) supuso un duro golpe para la cofradía. Por un lado la Ermita sufre importantes desperfectos al encontrarse entre los dos frentes de combate y en cuanto a la imagen, se intentó ocultar bajo un montón de habas en la Iglesia de San Juan de Dios; pero finalmente fue pacto de las llamas. 

 En el año 1937 se encarga una nueva imagen a Navas Parejo, que luego sería sustituida por otra talla del escultor valenciano Amadeo Ruiz de Olmos.  

LA ACTUAL IMAGEN DE NUESTRA SEÑORA DE ALHARILLA

Tras la toma de la ciudad en enero de 1937, don Rafael Ruiz Herrera dedica todos sus esfuerzos en realizar una nueva imagen de la Virgen. Los talleres granadinos de “Hijos de Navas Parejo” realizan esa talla que una vez recibida en Córdoba –donde residía don Rafael Ruiz- resultaba pequeña para las vestiduras conservadas, por lo que tuvo que ser encargada de nuevo al imaginero Amadeo Ruiz Olmos y la policromía al pintor cordobés Rafael Díaz Peno. El coste de la talla fue de 600 pesetas aportadas por suscripción popular; mientras que el Ayuntamiento donó la cantidad de 300 pesetas. El niño de Navas Parejo fue conservado y adaptado a la nueva imagen; con un importe de 400 pesetas. En agosto de 1938 la imagen de Alharilla se traslada a Porcuna, donde permaneció en la capilla de la Sagrada Familia de la Iglesia Parroquial hasta que finalizó la guerra civil. En mayo de 1942 regresa definitivamente a su Ermita tras acometer obras de restauración en el templo; habiéndose presidido anteriormente las romerías de 1939 y 1940, primero trasladada a hombros y al año siguiente en carreta por bueyes. 

Se trata de una imagen denominada “de candelero”, en la que sólo se muestra definida la cara y las manos y el resto del cuerpo ligeramente esbozado. La talla se realiza a partir de varias piezas de madera de pino ensambladas a unión viva, ahuecada en la zona de la cabeza para la colocación de ojos de cristal y en la zona baja del torso. A continuación este torso se asienta sobre un candelero realizado con 8 listones de madera claveteados y cubiertos finalmente por un tejido encolado y policromado. Con respecto a los brazos; las piezas se articulan con un sistema mixto –bola y galleta-, manteniendo la posición deseada mediante un tornillo pasante palometa. El niño que posee, se sostenía gracias a un perno metálico que anclaba en la mano, siendo sustituido por otro sistema compuesto por dos tubos embutidos bloqueados por un tornillo pasante. Todo el conjunto se asienta sobre una peana de madera barnizada en tonos oscuros.